Desde hace más de 250 años, en Compañía Valenciana de la Seda preservamos el arte de la fabricación textil, combinando tradición y excelencia para crear tejidos exclusivos. Somos referentes en la producción de sedas, tejidos litúrgicos y textiles para alta decoración, manteniendo técnicas artesanales que conviven con la innovación. Nuestros telares históricos y nuestro compromiso con la calidad nos han posicionado como líderes en el sector, colaborando con indumentaristas, diseñadores y profesionales que buscan piezas únicas.
1770 · Los inicios en Velluters
Fundación del linaje textil Catalá en el corazón de Valencia.
En pleno corazón del histórico barrio de Velluters, en Valencia, Salvador Catalá sienta las bases de una tradición textil que perdura hasta hoy. Su dedicación a la confección de terciopelos, espolines, brocateles y damascos marca el origen de un linaje vinculado para siempre al arte de la seda valenciana.
1897–1979 · De Paiporta al mundo
Del barrio de Velluters a las grandes exposiciones internacionales. Una etapa clave de apertura, innovación y prestigio para la marca.
En 1897, Rafael Catalá Fayós, con 42 años, establece la empresa en Paiporta bajo el nombre de Rafael Catalá, dando forma a una nueva etapa en la tradición textil familiar. Apenas unos años más tarde, en 1902, la firma inicia su expansión internacional exportando tejidos a Estados Unidos y al norte de África, llevando la seda valenciana a nuevos horizontes.
El reconocimiento no tarda en llegar: en 1909, la fábrica participa en la Exposición Valenciana como expositor número 499 y recibe un diploma de mérito y la medalla de oro por su contribución al desarrollo industrial y su impulso a las exportaciones.
Con el paso de las décadas, la empresa evoluciona sin perder su esencia. En 1930 amplía su producción incorporando nuevas materias primas como algodones, linos y viscosas, adaptándose a las tendencias de la época. Una década más tarde, en 1940, los tejidos de Rafael Catalá cruzan de nuevo fronteras al estar presentes en grandes ferias internacionales, destacando la Exposición Universal de Nueva York.
Finalmente, en 1979, bajo el impulso de Alberto Catalá Ruiz de Galarreta, la empresa entra en la era de la modernización. Se incorporan telares electrónicos, equipos informáticos de diseño textil y maquinaria de alto rendimiento, abriendo paso a un futuro donde tradición e innovación caminan de la mano.
1997–2010 · Alta costura, tradición y distinción
De la Casa Real a las Fallas de Valencia. Una etapa de visibilidad internacional y consolidación como referente en tejidos ceremoniales.
Nuestra historia sigue marcada por hitos que refuerzan la estrecha relación entre tradición, prestigio y modernidad. En 1997 recibimos un encargo de gran relevancia: la Casa Real confió en nosotros la creación del tejido de seda para el traje de novia de S.A.R. la Infanta Doña Cristina, un honor que situó nuestra labor en un escaparate internacional.
En 2001, la centenaria fábrica de Paiporta trasladó su actividad a Albuixech, un paso necesario para afrontar nuevos retos. Uno de ellos, el concurso que convocó el Ayuntamiento de Valencia entre los fabricantes textiles de la ciudad para diseñar un espolín exclusivo destinado a las Falleras Mayores de Valencia. Rafael Catalá obtuvo la adjudicación con los dibujos Espolín Fallera Mayor de Valencia y Espolín Fallera Mayor Infantil de Valencia. Aquel año, nuestras máximas representantes lucieron por primera vez este espolín, que desde entonces se convirtió en el oficial de la fiesta.
En 2004, volvimos a estar presentes en un acontecimiento histórico: La Casa Real confió una vez más en nuestra empresa para tejer la seda del vestido de novia de S.A.R. la Princesa Letizia, hoy Reina de España.
2010–2025 · Renacer con más fuerza
Un cambio de era marcado por la continuidad familiar, la renovación tecnológica y la resiliencia tras la DANA de 2024.
En 2010 celebramos con orgullo el 240 aniversario de la firma, un recorrido de casi dos siglos y medio forjado con constancia, arte y dedicación.
En 2015 se produce un relevo generacional: Guillermo Catalá, octava generación, toma el testigo de su padre, consolidando la continuidad familiar. La fábrica se reubica en Beniparrell y adopta un nuevo nombre que simboliza su identidad y proyección futura: Compañía Valenciana de la Seda.
En octubre de 2024, la DANA que azotó Valencia marcó un antes y un después en nuestra historia. Las instalaciones de la Compañía Valenciana de la Seda se vieron afectadas, pero aquel desafío se convirtió en una oportunidad para renacer con más fuerza.
De la adversidad nació una nueva etapa: modernizamos nuestras instalaciones con telares de última generación, reafirmando nuestro compromiso con la calidad, la sostenibilidad y la innovación.
Gracias al apoyo y la solidaridad de la sociedad valenciana, recuperamos el pulso de nuestra actividad y renovamos la ilusión que nos impulsa desde hace más de dos siglos. Desde entonces y hasta hoy, seguimos avanzando con la misma pasión, uniendo la fuerza de la tradición con la innovación para mantener vivo el arte de la seda valenciana.
Compañía Valenciana de la Seda tiene su origen en la honda tradición sedera de la región valenciana liderada hoy por la octava generación de la familia Catalá que en el año 1770 funda la histórica empresa Rafael Catalá, establecida en Valencia y que nació en el barrio de Velluters, centro neurálgico de la espléndida actividad sedera del Reino de Valencia.
Motivados por la gran vocación de la familia, se conserva la tejeduría de seda tanto para la decoración como para tajes de novia, alta costura y tejidos regionales.
Es por ello que disponemos de un amplio y legendario archivo de documentos textiles antiguos desde el S.XVIII que permiten presentar al mercado la pureza y estilos, dibujos y colores garantía de un rigor histórico.
Junto a los telares más avanzados, seguimos manteniendo los telares tradicionales de tejeduría manual conocidos como telar de espolín, manteniendo el oficio artesano del buen tejedor valenciano.
Salvaguardar la riqueza del textil valenciano es continuar dando vida a nuestra cultura y patrimonio.
Esta es la razón de ser del día a día de Compañía Valenciana de la Seda.
Desde hace más de 250 años, Compañía Valenciana de la Seda ha sido guardiana de una tradición textil que perdura a través de los siglos. Nuestros exclusivos telares de madera, aún en uso, son testimonio de un compromiso inquebrantable con la artesanía y la calidad. Cada tejido que creamos es una pieza que honra nuestra historia y enriquece la cultura textil de generaciones.
Creamos tejidos exclusivos que unen tradición, elegancia
y alta calidad para los sectores más exigentes.
